Jardin
Jardin
martes, 26 de junio de 2012
Especial
Jardines de Pillnitz (Alemania) |
Assurbanipal y su esposa |
Miniatura del Roman de la rose. Se ve el banco de hierba |
Ilustración del Polifilo. Sentados en la hierba al borde de la fuente. |
Hortus palatinus de Heildelberg. Ningún asiento. |
Miniatura representando unas damas bordando en el jardín. las sillas se las trajeron del palacio |
Jardín del Palacio del Buen Retiro. Sin rastro de bancos. |
Grabado de Perelle de los Jardines de Vaux-le-Viconte.Todo el mundo pasea, nadie está sentado. |
García y Rodriguez: Los Alcaceres de Sevilla. Probablemente después de la reforma de los Montpansier. |
Sillas del Parc del Centre del Poble Nou de Nouvel (Barcelona) - |
miércoles, 20 de junio de 2012
Flor La solución es simple, está en esparcir en el jardín algunos granos de arroz en crudo.
Compruébelo y verá que las hormigas desaparecerán para siempre.
martes, 19 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Flores
El 10 de este mes de junio el Ayuntamiento abrió a la ciudadanía el pequeño jardín de una finca modernista en la calle Portolà nº 6, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi. El jardín de carácter intimista y romántico tiene una extensión de 626 m2. El ayuntamiento ha invertido 28.160 euros en la recuperación de este espacio, talando algunos árboles, renovando el pavimento, restaurando ornamentos, y acondicionando los medios técnicos para su mantenimiento. La torre modernista necesita una gran restauración que se hará más adelante y según las noticias estará destinada a una escuela de educación especial.
El lugar perteneció a la familia Portolà que poseía allí un viñedo hasta que por necesidades de urbanización se abrieron las actuales calles existentes.
El jardín se ha salvado de la especulación inmobiliaria gracias a las reivindicaciones vecinales que han hecho que el ayuntamiento acordara con los últimos propietarios una permuta de terrenos.
El espacio permite disfrutar de lo que podrían sentir esos antiguos propietarios de casas con jardín, un lugar donde acudir a leer un libro o a charlar muy tranquilamente con un amigo. Elementos como una fuente de mármol con surtidor en la que no corre el agua debido a las restricciones o los ornamentos cerámicos te transportan a principios del XIX. No es un lugar donde los niños tienen espacios de juego y tampoco podrán disfrutarlo aquellos que tengan limitaciones motoras ya que las escaleras se lo impedirán.
Este jardín es un lugar escondido que ni siquiera tiene, por ahora, una identificación en la puerta. Entrar en él da la impresión de penetrar en una propiedad privada si no fuera que la abundancia de bancos en su parte baja te desencuadra la idea.
Los vecinos están contentos de poder disfrutar de este espació que debido a su situación no se va a ver muy concurrido y que, de alguna manera, aspiran a ser casi los únicos usuarios. Así nos lo transmitía una señora residente en la zona que encontramos en el jardín, alegre por haber recuperado el lugar aunque echaba de menos el punto salvaje que tenia hace unos años.
Bienvenido este pequeño jardín que ha podido resistir a la especulación.
Yuyos
sábado, 16 de junio de 2012
Flores Una vez este bicho se recuperó de su transplante y aprovechando un demostración de JM Frontan, os presento él modelado del maestro, ha pegado un cambio increible!
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Après cette belle bête sa recupéré du rempotage du mois de mars et en profitant d'une démo de JM Frontan je vous presente la travaille qu'il a fait, il a bien changé!
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miércoles, 13 de junio de 2012
Novedades
Por mi parte, estoy tratando de hacer un jardín en gris, verde y blanco. Es un experimento que espero ardientemente que resulte exitoso, aunque lo dudo. Las mejores ideas de uno rara vez alcanzan las expectativas previstas en la práctica, en especial en jardinería, donde todo queda tan bien sobre el papel y en los catálogos, pero fracasa del modo más lamentable cuando lo pasas al terreno. Aún así, uno tiene esperanza.
La Ephedra nebrodensis es un arbusto que se diferencia de las otras especies E. fragilis ,y E. distachia por poseer ramitas y margen de las hojas lampiñas,y ramas más finas.Además de ascender más en altitud (hasta unos 1700m) y soportar las heladas.
He tenido la fortuna de conocer a esta especie, en un matorral de sustrato calizo supramediterráneo junto a Berberis vulgaris subsp. australis y Cytisus scoparius subsp reverchonii a una altitud de unos 1500 metros de altitud, en la ladera NE de la Sierra de la Sagra.Puebla de Don Fadrique.
Novedades
martes, 12 de junio de 2012
La flor del ceibo es la flor nacional de la República Argentina. También denominada seibo, seíbo o bucaré, fue declarada flor nacional argentina por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº13.847/42, del 22 de diciembre de 1942. De ahí que el 22 de Noviembre se celebra el día de la Flor Nacional. También es la flor nacional de nuestro país vecino la República Oriental del Uruguay.
El Ceibo es un árbol originario de América, de la zona subtropical, no muy alto, de tronco retorcido, pertenece a la familia de las leguminosas, por lo que las semillas se guardan en vainas encorvadas. Sus flores son rojas, de un rojo carmín. Crece en las riberas del Paraná y del Río de La Plata, pero se lo puede hallar en zonas cercanas a ríos, lagos y zonas pantanosas a lo largo del país. La madera de ceibo es muy liviana y porosa, y se la utiliza para la construcción de balsas, colmenas, juguetes de aeromodelismo. Su presencia en parque y jardines argentinos, pone una nota de perfume y color. Y el admirador evita arrancar sus flores, debido a que sus ramas poseen una especie de aguijones.
Leyenda de la flor del ceibo
Según cuenta la leyenda la flor del ceibo nació cuando Anahí fue condenada a morir en la hoguera, después de un cruento combate entre su tribu y los guaraníes.
Por entre los árboles de la selva nativa corría Anahí. Conocía todos los rincones de la espesura, todos los pájaros que la poblaban, todas las flores. Amaba con pasión aquel suelo feraz, silvestre, que bañaban las aguas oscuras del río barroso. Y Anahí cantaba feliz en sus bosques, con una voz dulcísima, en tanto callaban los pájaros para escucharla. Subía al cielo la voz de la indiecita, y el rumor del río que iba a perderse en las islas hasta desembocar en el ancho estuario, la acompañaba. Nadie recordaba entonces que Anahí tenía un rostro poco agraciado, tanta era la belleza de su canto.
Pero un día resonó en la selva un rumor más violento que el del río, más poderoso que el de las cataratas que allá hacia el norte estremecían el aire. Retumbó en la espesura el ruido de las armas y hombres extraños de piel blanca remontaron las aguas y se internaron en la selva. La tribu de Anahí se defendió contra los invasores. Ella, junto a los suyos, luchó contra el más bravo. Nadie hubiera sospechado tanta fiereza en su cuerpecito moreno, tan pequeño. Vio caer a sus seres queridos y esto le dio fuerzas para seguir luchando, para tratar de impedir que aquellos extranjeros se adueñaran de su selva, de sus pájaros, de su río.
Un día, en el momento en que Anahí se disponía a volver a su refugio, fue apresada por dos soldados enemigos. Inútiles fueron sus esfuerzos por librarse aunque era ágil. La llevaron al campamento y la ataron a un poste, para impedir que huyera. Pero Anahí, con maña natural, rompió sus ligaduras, y valiéndose de la oscuridad de la noche, logró dar muerte al centinela.
Después intentó buscar un escondite entre sus árboles amados, pero no pudo llegar muy lejos. Sus enemigos la persiguieron y la pequeña Anahí volvió a caer en sus manos. La juzgaron con severidad: Anahí, culpable de haber matado a un soldado, debía morir en la hoguera. Y la sentencia se cumplió. La indiecita fue atada a un árbol de anchas hojas y a sus pies apilaron leña, a la que dieron fuego. las llamas subieron rápidamente envolviendo el tronco del árbol y el frágil cuerpo de Anahí, que pareció también una roja llamarada. Ante el asombro de los que contemplaban la escena, Anahí comenzó de pronto a cantar. Era como una invocación a su selva, a su tierra, a la que entregaba su corazón antes de morir. Su voz dulcísima estremeció a la noche, y la luz del nuevo día pareció responder a su llamado.
Con los primeros rayos del sol, se apagaron las llamas que envolvían Anahí. Entonces, los rudos soldados que la habían sentenciado quedaron mudos y paralizados. El cuerpo moreno de la indiecita se había transformado en un manojo de flores, rojas como las llamas que la envolvieron, hermosas como no había sido nunca la pequeña, maravillosas como su corazón apasionadamente enamorado de su tierra, adornando el árbol que la había sostenido.
Así nació el ceibo, la rara flor encarnada que ilumina los bosques de la mesopotamia argentina. La flor del ceibo que encarna el alma pura y altiva de una raza que ya no existe.
Para ampliar información:
www.ambiente.gov.ar/?idarticulo=680 -
Hierbas Para cuidarlos, hay que dejar que la tierra se seque entre cada riego, y no fertilizarla en otoño e invierno.
Los insectos que lo atacan con mayor frecuencia son los afídidos, los homópteros y las cochinillas algodonosas. Gírelos de vez en cuando para que el crecimiento sea uniforme. Prefieren los lugares con un poco de sol y temperaturas entre los 13 y los 18 grados.
sábado, 9 de junio de 2012
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